jueves, 16 de julio de 2015

Capacidad instalada en generación eléctrica, que utilizan materiales fósiles como combustible primario


Una central termoeléctrica es una instalación industrial empleada para la generación de electricidad a partir de la energía liberada en forma de calor, normalmente mediante la combustión de algún combustible fósil. El calor se emplea para producir vapor; éste, a su vez, mueve una turbina acoplada a un generador que, finalmente, produce la energía eléctrica
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Todas las formas de generación de electricidad a gran escala afectan de alguna manera al ambiente. Así, la mayor parte de las emisiones de contaminantes atmosféricos del sector proceden de las centrales que utilizan carbón o petróleo como combustible; no obstante, las plantas que operan a base de gas natural emiten una gran cantidad de NOx –precursor de ozono y partículas suspendidas finas (PM2.5)– y de bióxido de carbono, gas de efecto invernadero. Las grandes centrales hidroeléctricas pueden desplazar comunidades enteras, destruir o degradar hábitats críticos —como arroyos o ríos— y dañar a las poblaciones nativas de peces y a otras especies silvestres. Las plantas nucleares representan riesgos a la seguridad y a la salud en virtud de su operación, así como durante el transporte y el almacenamiento del combustible usado. Incluso las instalaciones de energía eólica, dependiendo de su ubicación y de la tecnología empleada, pueden dar lugar a preocupaciones estéticas, o en relación con las aves silvestres. Determinar el impacto ambiental de las distintas formas de generación de electricidad ha resultado ser una tarea por demás desafiante, dadas las dificultades para cuantificar los efectos en el ambiente de las diversas fuentes y tecnologías a lo largo de su ciclo de vida (CCA, 2002).
El tipo y la cantidad de las emisiones contaminantes derivadas de la generación de energía eléctrica dependen del tipo de energético primario empleado y de la tecnología de conversión. Sin embargo, para los propósitos de este libro, son de interés particular las emisiones a la atmósfera provenientes de las plantas termoeléctricas que utilizan combustóleo y diesel, debido a que sus emisiones representan el 79% y el 35%, respectivamente, de las emisiones de SO2 y NOx del sector eléctrico nacional (Miller y Van Atten, 2004). Para dar contexto a estas cifras, vale decir que en México, de acuerdo con la Secretaría de Energía, el sector eléctrico aporta aproximadamente el 68% de las emisiones totales nacionales de SO2, el 20% de las emisiones de NOx, y aproximadamente el 24% de las emisiones de partículas primarias (SENER, 2001).


 Principales contaminantes emitidos por el uso de distintos combustibles
Combustible
Contaminantes emitidos
Carbón
  • Monóxido de carbono
  • Plomo
  • Óxidos de nitrógeno
  • Partículas suspendidas primarias
  • Óxidos de azufre
  • Antimonio y sus compuestos          
  • Berilio y sus compuestos
  • Metales pesados (cadmio,  cromo, cobalto, mercurio, níquel) y sus compuestos
  • Dioxinas y furanos
  • Etilbenceno
  • Formaldehído
  • Ácido clorhídrico y ácido fluorhídrico
  • Aromáticos (benceno, tolueno y xileno)
Gas natural
  • Monóxido de carbono
  • Plomo
  • Óxidos de nitrógeno
  • Partículas suspendidas
  • Óxidos de azufre
  • Metales pesados (cadmio,  cromo, cobalto, mercurio, níquel) y sus compuestos
  • Formaldehído
  • Aromáticos (tolueno y benceno)
Combustibles pesados (combustóleo)
  • Monóxido de carbono
  • Plomo
  • Óxidos de nitrógeno
  • Partículas suspendidas primarias
  • Óxidos de azufre
  • Benceno
  • Berilio y sus compuestos
  • Metales pesados (cadmio,  cromo, cobalto, mercurio) y sus compuestos
  • Dioxinas y furanos
  • Etilbenceno
  • Formaldehído
  • Manganeso y sus compuestos



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